La niebla que dejan los rayos catódicos de un televisor tembloroso son el espacio perfecto para derrumbarse a dormir sobre una mesa derrotada con un libro abierto entre las manos; El segundo eléctrico perfecto que escapa para acariciar una camisa recién planchada, con el cálido aroma del agua hecha vapor aún pegada; El momento atmosférico de mirarse a los ojos y ser recorrida por un escalofrío que hace temblar a los ecos de las corrientes de electrones que aún quedaban en la habitación. Las ondas, salen espantadas.
La foto es de Grafik Mekanik (Flickr)
Me parece que me voy a hacer fan de esta gatita... ¡Un beso!
ResponderEliminarPero qué hermoso eres!! Y muy bien recibido! Yo también soy fan de tu ojo clínico doméstico!! Un besazo gordo!!!
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